Cuando era pequeña, me la pasaba leyendo y escribiendo, pensando que cuando creciera sería una gran escritora. Pero cuando terminé el colegio y llegó el momento de decidir, me decanté por ir a la Universidad a estudiar Biología.
Y me encantó. Tanto que cuando terminé, hice un doctorado en Química Biológica. Y luego un postdoctorado en Cáncer.
Puff, ¡como suena eso! Disfruté cada momento de mi formación, pero con los años empecé a notar que me gustaba más hacer la búsqueda de información y desarrollo de los proyectos que el trabajo de mesada en sí.